Estrés oxidativo, radicales libres y su relación con el envejecimiento
En la naturaleza casi todo pasa por un proceso oxidativo causado por el oxígeno: las grasas se vuelven rancias, la goma pierde elasticidad, el papel amarillea, los metales expuestos al aire libre se corroen… y lo mismo ocurre con los alimentos.
En la naturaleza casi todo pasa por un proceso oxidativo causado por el oxígeno: las grasas se vuelven rancias, la goma pierde elasticidad, el papel amarillea, los metales expuestos al aire libre se corroen… y lo mismo ocurre con los alimentos. En algún momento hemos visto el color parduzco que adquiere una manzana o un aguacate al poco tiempo de ser cortado.
Y sin embargo, esta oxidación es fundamental para la vida, pues participa en los procesos de obtención de la energía celular. Pero ocurre que cuando existe un exceso de oxidación se produce un exceso de radicales libres que dan lugar al llamado “estrés oxidativo”. Queda claro entonces que estamos ante un mecanismo complejo que no se puede medir ni definir con un solo parámetro.
Aun siendo el oxígeno imprescindible para la vida, una producción excesiva de radicales libres de oxígeno (RLO) producirá daño en lípidos, hidratos de carbono, proteínas y otras macromoléculas alterándose así el equilibrio de las funciones de todo el organismo.
La teoría de los RLO del envejecimiento propone que este resulta de la acumulación de lesiones orgánicas debidas a un exceso en su producción dando lugar a enfermedades como el cáncer, ateroesclerosis, hipertensión arterial, demencia senil, cataratas, diabetes e insuficiencia renal aguda, entre otras.
Por esta razón, en Proage hemos incluido en nuestro Tratamiento de Longevidad e Inmunidad el análisis de los parámetros necesarios para evaluar el estado oxidativo y proporcionar posteriormente los antioxidantes necesarios mediante pautas nutricionales y suplementos avanzados para prevenir o al menos disminuir el deterioro funcional orgánico originado por dicho exceso de estrés oxidativo.