Esto pasará si tienes falta de Magnesio y Vitamina D
No consumir suficiente magnesio y vitamina D en tu dieta puede estar relacionado con el padecimiento de múltiples enfermedades crónicas.
No consumir suficiente magnesio y vitamina D en tu dieta puede tener graves consecuencias para tu salud y estar relacionado con múltiples enfermedades. El magnesio es esencial para ayudar a los músculos a contraerse y relajarse, incluyendo el músculo miocárdico, controlar el nivel de azúcar en la sangre, producir energía y regular la función nerviosa. Mientras tanto, la vitamina D es esencial para la salud del corazón, el cerebro y el sistema nervioso, así como para la absorción de calcio, fósforo y magnesio, la síntesis de proteínas y la salud ósea.
La vitamina D es una hormona esteroidea que ayuda al organismo a absorber los minerales necesarios y es importante para la síntesis de las proteínas. Además, aumenta la absorción de calcio en los huesos, mejora la actividad intestinal y ayuda a mantener unos fuertes al aumentar la capacidad del organismo para utilizar la vitamina K2 (menaquinona).
Por otro lado, el magnesio es el cuarto mineral más abundante en el organismo y es necesario para más de 350 reacciones bioquímicas.
La falta de magnesio puede provocar calambres o espasmos musculares, dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormido, y puede ser útil para tratar el síndrome de las piernas inquietas (SPI) o para las personas que tienen demasiada energía por la noche. También puede favorecer a mantener el ritmo cardíaco normal, mejorar el sistema inmunológico y contribuir a la producción de energía diaria.
La carencia de vitamina D puede provocar huesos débiles (osteoporosis) que se rompen con facilidad o deformidades como las piernas arqueadas en los niños, además de un sistema inmunitario debilitado.
La mejor manera de obtener suficiente magnesio y vitamina D es seguir una dieta saludable, beber suficiente agua mineralizada y exponerse al sol. Si no se obtiene suficiente cantidad de estos nutrientes a través de la alimentación o el entorno, es recomendable tomar suplementos.
Existen diferentes tipos de suplementos de magnesio disponibles:
El óxido de magnesio, que es menos soluble y se absorbe con menos eficacia, es más económico y no tiene efectos laxantes, y el citrato de magnesio, que se disuelve fácilmente en agua, lo que facilita su absorción por parte del cuerpo y es conocido por tener efectos laxantes, lo que puede ser beneficioso para las personas que tienen problemas de estreñimiento.
La dosificación del citrato de magnesio suele ser menor que la del óxido de magnesio debido a su mejor absorción en el organismo. Por lo tanto, es más fácil controlar la cantidad de magnesio que se consume con el citrato de magnesio en comparación con el óxido de magnesio.
La elección entre ambas opciones depende de las necesidades individuales y de la preferencia personal de cada persona. Los suplementos son una buena forma de obtener vitamina D y magnesio si no se obtienen suficientes cantidades a través de la dieta o el entorno. Sin embargo, algunos suplementos son más eficaces que otros, ya que algunas formas de vitamina D pueden no ser absorbidas por el organismo tan bien como otras.
Esto significa que, aunque hayas tomado una pastilla de vitamina D con el desayuno y hayas almorzado al mediodía, es posible que sigas teniendo niveles bajos de vitamina D en la sangre a lo largo del día. Además de los problemas de absorción de ciertas formas de vitaminas y minerales frente a otras, como el calcio frente al magnesio, hay otros aspectos que deben tenerse en cuenta a la hora de elegir el suplemento más adecuado, como la relación coste/valor, la disponibilidad, los efectos secundarios y el grado de pureza.
A algunas personas les resulta más fácil obtener la cantidad adecuada de magnesio y vitamina D mediante receta médica que a través de una alimentación rica en estos nutrientes esenciales. Existen casos como en la diabetes o tener más de 40 años, que se vuelve menos biodisponible por lo que puede ser necesario complementar la dieta con suplementos, ya que existe muy poca probabilidad de que se absorban de forma eficiente únicamente a través de la alimentación.
Beneficios de la vitamina D:
- Fortalece los huesos: La vitamina D es esencial para la absorción de calcio y fósforo en el cuerpo, lo que ayuda a mantener la fortaleza de los huesos y previene la osteoporosis.
- Reduce el riesgo de enfermedades crónicas: La vitamina D se ha relacionado con un menor riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
- Mejora el estado de ánimo: La vitamina D puede mejorar la función cerebral y reducir el riesgo de depresión y otros trastornos del estado de ánimo.
Beneficios del magnesio:
- Regula el ritmo cardiaco: El magnesio es esencial para el funcionamiento adecuado del corazón y ayuda a regular el ritmo cardiaco. La falta de magnesio se ha relacionado con el padecimiento de arritmias.
- Mejora la salud ósea: El magnesio es importante para la salud ósea, ya que ayuda a mantener la densidad ósea y prevenir la osteoporosis.
- Reduce el estrés y la ansiedad: El magnesio puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad y mejorar el sueño.
- Ayuda en la regulación del azúcar en la sangre: El magnesio puede mejorar la sensibilidad a la insulina y ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre, lo que puede prevenir la diabetes tipo 2.
En conclusión, los beneficios de la vitamina D y el magnesio son evidentes y se ha demostrado que desempeñan un papel crucial en nuestra salud y bienestar general. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que, para obtener los máximos beneficios, se requiere una ingesta adecuada y equilibrada de estos nutrientes, junto con una dieta saludable y un estilo de vida activo. Además, es esencial hablar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier suplemento, ya que pueden ayudarte a determinar la dosis adecuada ya identificar cualquier posible interacción con otros medicamentos que puedas estar tomando.
Recuerda que cada cuerpo es diferente y, por lo tanto, lo que funciona para una persona no puede funcionar para otra. Por eso, siempre es recomendable buscar asesoramiento profesional antes de realizar cualquier cambio importante en tu dieta o régimen de suplementos.