El envejecimiento y la senescencia
Hay que tener en cuenta que, si bien el envejecimiento es un proceso inevitable, hay dos formas de hacerlo: bien o mal.
Senescente , senescencia, senil…
Son términos vinculados al envejecimiento con una connotación negativa e incluso desagradable. Pero hay que tener en cuenta que, si bien el envejecimiento es un proceso inevitable, hay dos formas de hacerlo: bien o mal. Y hacerlo de una u otra manera depende en gran parte de nuestros hábitos de alimentación, descanso, exposición a sustancias tóxicas, gestión del estrés y actividad física. Un organismo mal alimentado, cansado, sedentario, estresado e intoxicado por contaminantes varios, obviamente envejecerá peor y más rápidamente.
La senescencia es el término utilizado para designar el daño que reciben nuestras células cuando reciben una agresión que supera su capacidad de adaptación y que genera un fenómeno llamado “senescencia celular”, en el cual dichas células dejan de cumplir su función normal e inician una respuesta inflamatoria. Esta respuesta es completamente normal y cumple un papel fundamental: le indica al sistema inmune – nuestro sistema de defensa – que debe eliminar las células senescentes (células dañadas) e iniciar un proceso de regeneración de los tejidos.
Por esta razón queda claro que la senescencia es necesaria. Sin ella no es posible la regeneración de los tejidos. El organismo tiene que eliminar las células dañadas (senescentes) para que las células sanas tengan espacio y posibilidad de regenerarse.
Sin embargo, con el tiempo ocurre un fenómeno llamado inmunosenescencia, en el que el mismo sistema inmune se vuelve menos eficiente y las células senescentes se van acumulando en nuestros órganos con lo que el envejecimiento celular, si no es mitigado, propaga aún más el envejecimiento.
Controlar la senescencia celular es, en parte, la clave para mantenernos saludables el mayor tiempo posible, aunque debemos tener en cuenta que la capacidad de regeneración del organismo es limitada debido al curso de la vida de todos los organismos.
Es importante la prevención, llevar unos hábitos de vida saludables y contar con algún tratamiento como el desarrollado por Proage, destinado a mitigar el daño celular y envejecer mejor.