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De esta manera la senescencia está afectando a tu envejecimiento

La senescencia es un fenómeno natural que ocurre durante el proceso de envejecimiento y está estrechamente vinculado al estrés oxidativo y al deterioro celular que se produce con el paso del tiempo. Descubre junto al equipo de Proage by LFL las características clave de este proceso y aprende cómo mitigar sus efectos negativos.

28 junio, 2023

La senescencia es un proceso biológico natural en el que las células envejecen y pierden su capacidad para dividirse y funcionar correctamente. Con el tiempo, esto puede contribuir al envejecimiento del organismo en su conjunto. Sin embargo, existen muchos otros factores que pueden influir en el envejecimiento, incluyendo la genética, el estilo de vida, el ambiente y otros procesos biológicos complejos.

Si revisamos las características in vitro e in vivo, podemos identificar diversas características de las células senescentes, tales como:

  • Detención permanente del ciclo celular.

 

  • Aumento en la actividad de la enzima b-Galactosidasa.

 

  • Secreción de un complejo patrón de citocinas y otras moléculas.

 

  • Alteraciones en la heterocromatina.

 

  • Incremento en el tamaño celular.

 

  • Presencia de daños en el ADN, conocidos como DNA SCARS.

Algunos de los centros de biología del envejecimiento más importantes proponen algunas estrategias para inhibir la senescencia, basadas en terapias antiaging.

  • Inhibir el proceso de retroalimentación positiva dentro de la célula que produce hormonas pro-inflamatorias y pro-envejecimiento.

 

  • Controlar la expresión de genes que tienen un papel fundamental en la respuesta inflamatoria, como NF-kB y MyD88.

 

  • Activar el sistema inmunitario para acabar con las células cancerígenas en lugar de atacar a las células normales del organismo.

 

  • Estimular la proteína FOXO (Forkhead box protein O), un factor que actúa como inhibidor para evitar la activación de genes relacionados con el envejecimiento celular y la apoptosis.

Existen compuestos de fácil acceso y menor costo que pueden ayudar a revertir los efectos del envejecimiento, por ejemplo la quercetina.

Impulsando la quercetina, un poderoso antioxidante

La quercetina es un flavonoide que evita la senescencia celular y, por lo tanto, previene el envejecimiento. Esta sustancia se encuentra en mayor cantidad en las cebollas rojas, las patatas y los tomates. 

Este antioxidante es capaz de bloquear el efecto de los radicales libres sobre el ADN (ácidos nucleicos).

La curcumina, en combinación con las propiedades antiinflamatorias de la quercetina, ¿podría ser determinantemente efectiva para inhibir la senescencia?

Se han investigado ambos compuestos naturales debido a los múltiples beneficios que aporta su consumo, en relación con la senescencia celular. Se ha demostrado que tanto la curcumina como la quercetina tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, y se ha sugerido que podrían tener juntas un efecto potenciador contra la senescencia celular.

Algunos estudios han mostrado que la curcumina y la quercetina pueden modular ciertos mecanismos implicados en la senescencia celular, como la actividad de las enzimas implicadas en el estrés oxidativo y la inflamación. Además, se ha propuesto que estos compuestos podrían influir en la expresión de genes relacionados con la senescencia.

Las vitaminas B1, B2 y B3 son importantes para todas las funciones básicas del cuerpo, incluyendo la salud del ADN.

Participan en el metabolismo de los nutrientes, en el aporte de  energía al cuerpo y estimulan la síntesis de proteínas y la producción de enzimas y neurotransmisores. Además, desempeñan un papel esencial en la salud celular y la función del ADN.

La vitamina B1 (tiamina) es fundamental para la producción de energía a partir de carbohidratos y es esencial para el funcionamiento normal del sistema nervioso. La deficiencia de tiamina puede afectar negativamente la replicación del ADN y la función celular.

La vitamina B2 (riboflavina) es vital para el metabolismo energético, la producción de glóbulos rojos y la salud de la piel. Además, la riboflavina es un componente clave de las enzimas implicadas en la reparación del ADN dañado.

La vitamina B3 (niacina) participa en el metabolismo de carbohidratos, grasas y proteínas, y desempeña un papel importante en la producción de energía celular. También está implicada en la reparación del ADN dañado y en la regulación de la expresión génica.

La Astaxantina es un potente carotenoide que actúa como captador de radicales libres. Su actividad antioxidante es extraordinaria, superando en 10 a 1000 veces a la vitamina E, la vitamina C, la luteína y los licopenos. Este compuesto no sólo combate los radicales libres, sino que también inhibe la producción de mediadores inflamatorios y brinda una protección efectiva contra agresiones externas como la contaminación y los rayos UV, ayudando a prevenir los daños en la piel, siendo indispensable durante el verano.

Además, se ha demostrado que reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y digestivas, como el cáncer de vesícula y bucal.

Otro beneficio importante de la Astaxantina es su capacidad para mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir los niveles de glucemia en sangre. Esto la convierte en una opción prometedora para quienes buscan regular sus niveles de azúcar y mantener una salud metabólica óptima.

Su consumo no ha sido vinculado a contraindicaciones terapéuticas.

El aporte diario debe ser entre los 4  –  8 mg/ día.

Se ha vinculado la senescencia con la aparición de enfermedades relacionadas con la edad, como la enfermedad de Alzheimer y el cáncer.

Es importante destacar que la comunidad médica continúa investigando los complejos procesos de envejecimiento y senescencia. A medida que avanzamos en nuestros conocimientos científicos, se busca promover una atención oportuna y encontrar formas de revertir estos cambios. Mientras tanto, seguir algunas recomendaciones básicas puede ayudarnos a retrasar el envejecimiento. Mantener una dieta equilibrada y saludable, hacer ejercicio periódico, recibir las vacunas pertinentes y asegurarse de consumir agua potable y mineralizada son medidas fundamentales para prevenir enfermedades crónicas, mantener una piel sana y promover un estilo de vida saludable en general. Recuerda que cuidar nuestro cuerpo y bienestar es un proceso continuo y que cada pequeño hábito saludable cuenta en nuestra lucha para que nuestra experiencia de vida se exprese en su mejor forma.

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